El condenado vagabundo y la sirena
En un
pueblo alejado a la ciudad de Arequipa, que estaba deshabitada por su mala
tierra y mal sembrío, un condenado vagabundo se encontró con una paloma y le
pregunto:
-
¿Cómo te llamas paloma? Y le respondió
-
Me llamo Lotso
-
Por qué andas por este
pueblo que no hay gente y que parece un cementerio.
-
Y el condenado le responde:
-
Me contaron que por estos rumbos hay una sirena muy hermosa y de
una voz melodiosa
-
Hace buen tiempo que no hay nadie ya que hay una sirena, que
espanta a quien la ve.
Y el condenado se interesó más
por la sirena y no tomo interés a los comentarios de la paloma y emocionado a la
vez le dijo:
-
Me siento muy entusiasmado por conocerla pero me
da miedo que ella no se fije en mí, porque soy un vagabundo que estoy pagando
todo lo malo que hice.
-
Entonces el condenado ansioso va en busca de la
sirena
-
pero la
paloma le dice que el rio se encuentra mucho más lejos del pueblo
Y el vagabundo siguió su
rumbo, por lo cual paso por un valle encantado donde se encontró con una anciana quien le pregunto:
-
Que haces por estos rumbos tan solitario? Y el vagabundo le
responde:
-
Voy en busca de una sirena muy hermosa de una voz melodiosa
La anciana
cambio físicamente y se convirtió en una linda y apuesta joven que le dijo: Si te
quedas conmigo seré la persona que quieres más en este mundo
El vagabundo
pensó en su propuesta y le dijo: Yo estoy en busca de una sirena muy hermosa y
de una voz melodiosa
L a linda y apuesta joven le dice
sigue tu camino que yo seguiré por el mío.
Cuando por
fin el condenado vagabundo llego a la orilla del rio y vio a lo lejano a esa hermosa sirena que
buscaba y se acercó poco a poco por que escucho su voz melodiosa
Y al
llegar a ella se dio con la sorpresa de que era la linda y apuesta joven que encontró
en el valle quien se lo llevo a lo profundo del mar.
Fin
Leyenda:
Discurso directo
Discurso directo libre
Discurso indirecto
Discurso narrativo
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